Del crisol de razas a la bolsa de gatos hay solo un paso. Por eso este blog se para "ahi", donde el eclecticismo se codea con la falta de criterio, en la linea que divide el "mira vos" del "dejate de joder".
The Cars, Transito Cocomarola, The Kronos Quartet, Styx, Julio Sosa, Bovea y sus Vallenatos, Sepultura, Alan Jackson, Los Visconti, Sonic Youth, Michael Jackson, Elvis, Stravinsky, Rafaga, Paco De Lucia, Planet Hemp, Agustin Barrios y tantos otros. Pasen y revuelvan.
lunes, 24 de septiembre de 2012
¿Dónde fueron a parar las chacareras?
Receta para aniquilar formas
musicales: 1) tome cualquier género-rítmo popular, 2) pongalo en manos de los
intelectuales, 3) agregue jazz, 4) mezcle (y llámelo “fusión”). La musica folclórica
es en general funcional (satisface un propósito: quejarse, divertirse, inducir
el baile, etc.). Los intelectuales de cuarta la usan para el único motivo que
satisface sus vidas: lograr la aceptación de sus pares y el rechazo de los que
no lo son. Entonces, a la chacarera le agregan acordes raros, juegan a ver
quien respeta menos el ritmo (si es con métricas irregulares, duplica-puntos-palabra
como en el scrabble) y se enconan con cualquiera que no distinga una chacarera
doble de una trunca, o con quien no tenga una postura taliban sobre si es o no
birritmica. Es decir, hacen de un noble género una versión músical de los 100 metros llanos: la
transforman en algo que se puede medir (en dificultad, en complejidad, en
esoterismo). Y en el medio perdemos todos.
Cuesta encontrar nuevo folclore honesto,
que pretenda emocionar más que impresionar. A la matematizacion de zambas y
gatos, prefiero al Chaqueño Palavecino.
Me despido con una interprete que no
sé cuánto sabia de estó (seguro que mucho) pero que su fuerza emocional lo
cubria todo.
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